martes, 25 de septiembre de 2007

la UASD underground

Instituto Sismologico Universitario





Nuestro país se encuentra en la línea de fuego, la vulnerabilidad es igual por los cuatro puntos cardinales.




Instituto Sismológico Universitario (ISU):


60 años de sismología universitaria







Fachada del Instituto Sismológico Universitario, una de las estructuras más antigua de la sede central. Inaugurado el 26 de febrero 1946.

El último terremoto considerable ocurrió el 22 de septiembre de 2003, las pérdidas económicas se estimaron en más de mil millones de pesos según estudios del ISU.

Muchas construcciones modernas no respetan los parámetros internacionales de fabricación antisísmica.





Hay un lugar en la UASD
El campus de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) es un lugar lleno de magia. Escenario histórico de donde salen grandes hombres a luchar y servir a su patria. En el proceso de modernización que protagoniza el mismo, antiguas edificaciones pretenden ser actualizadas para acondicionarlas según los parámetros de los nuevos tiempos.

Ubicado en la calle José Dolores Alfonseca, justo al lado de la Facultad de Humanidades, adyacente al Colegio Universitario y paralelo a la Escuela de Idiomas, la que a su vez es perpendicular a los talleres de arte, se encuentra el Instituto Sismológico Universitario (ISU). Rodeado de aulas humanistas, su labor científica, vestida de verde, se encuba; entre palmas, cuales centinelas que custodian su sesentona fachada trujillista. Justo al cruzar la calle, el abismo, vestigios de la reingeniería, un desierto bajo el nivel del mar esperando su arborización.

A raíz de un maremoto que desapareció del mapa el municipio de Matancita, Nagua, Trujillo ordena la construcción del Instituto Sismológico Universitario.

La importancia del sismológico
El ISU funciona con dificultades esperando que los aires vanguardistas que soplan en la UASD refresquen su quebrantada estructura. Con seis décadas en su pesar, la antisísmica edificación, para su época, muestra signos de reliquia. En contraste con sus paredes, los costosos equipos que alberga, son celosamente operados por el personal en una perfecta hibridación clásica-contemporánea.

Los aportes en términos de investigación se traducen en charlas, visitas a colegios, reportes anuales, investigaciones específicas, las cuales irónicamente son aplazadas en su publicación por falta de fondos. El ISU está abierto al público, su entrada es gratis, y en él se pueden encontrar valiosas recomendaciones ante terremotos.

Félix Humberto García, geólogo, explica el funcionamiento del sismógrafo. Una aguja describe con tinta sobre papel satinado la actividad sísmica 24 horas.

¿Cómo sobrevive el ISU?
El ISU es una institución dependiente de la UASD, el presupuesto asignado sólo alcanza para el pago de la nómina, quedando fuera de fondo las investigaciones y labores científicas propias de una entidad de esa índole.

Organismos y universidades internacionales mantienen viva esta vital actividad anti desastres. A través de sus ayudas, donaciones de equipos y adiestramientos, hacen sostenible el estudio de los movimientos del globo terráqueo.

Los profesionales que allí laboran aseguran, con humildes miradas, que lo hacen por amor a su trabajo, no por los beneficios económicos. El geólogo Félix Humberto García, parte del equipo de investigación, se sonríe al afirmar “esto uno lo hace del corazón para fuera”, al momento que suspira, cambia la mirada y retoma la vista hablando con voz solloza.

En nuestro país las carreras de sismología, geología y geofísica no son impartidas, los profesionales de estas aéreas estudiaron en el extranjero.


Por una cultura sísmica
Al momento de un terremoto lo más importante es tratar de mantener la calma, manejar la situación lo más racional posible y evitar el pánico. Para esto, es necesario que la población esté familiarizada con el fenómeno y que haya una cultura sísmica arraigada, donde la prevención mediante charlas y simulacros permita salvar vidas.

El ISU invita a colegios y universidades a solicitar mediante una carta dirigida a su director, licenciado Juan Payero, charlas, simulacros, y demás actividades educativas en pro de las comunidades, para activar y difundir la voz de alerta, cerrando las puertas a la ignorancia, que es quizás la mejor aliada del temblor.

Cuando el equipo de científicos se traslada a los colegios la experiencia es doblemente productiva, ya que se aprovecha para hacer una evaluación estructural e identificar los puntos de mayor vulnerabilidad, y hacer un simulacro permitiendo a los niños transmitir ese conocimiento adquirido a sus hogares, y expandir la cadena.



Vista de un sismógrafo. Este aparato es el que registra los movimientos. Están distribuidos en el país. Se colocan en una fosa especial por encima del nivel del mar.




Los terremotos: clasificación según origen.
De acuerdo a su origen los terremotos se clasifican en:
Tectónicos: sus principales focos son las fallas geológicas y placas tectónicas.
Volcánicos: provocados por la actividad volcánica. Peligrosos para el perímetro del volcán. No se extiende.
Extraterrestres: originados por cuerpos celestes que entran en contacto con la tierra.
Inducidos: provocados por los seres humanos. Potentes detonaciones.

¡AY mamá la tierra tembló!
Innumerable son las canciones y producciones cinematográficas que han utilizado como tema central a los architemibles terremotos. Tratar de dramatizar estos segundos fatales es una ilusión que engrifa hasta al más incrédulo. La realidad es aun más devastadora.

La próxima vez que camines frente al ISU haz una parada técnica, infórmate, conoce más, transmite tus conocimientos y ayuda a educar para salvar vidas, porque no se sabe el momento exacto en que la tierra se sacuda, menos es predecible la intensidad con que será, lo que debemos estar seguros es que en algún momento ocurrirá.

Para comunicarse con el Instituto Sismológico Universitario llamar al (809) 533-5900, 533-1023 o visitar la página electrónica de la UASD en la sección del ISU al link: http://www.uasd.edu.do/transfer/sismologico/principal.htm